¡Laura!
Llllllllllaaauuu... ¡Ri! (Voz de pato desubicado). Me ha encantado tu mensaje que me dejaste ayer por la tarde. ¿Ves? Yo también te sé chillar. ¿Así que estabas de cháchara? ¿Cuántas "ch" hay en tan poco espacio? Es que le encanta...
Buenos días mi súper Laura. ¿Cuántas veces habrás sacado y entrado ayer a los peques de cuatro patitas otra vez? ¿Pudiste estar quieta? Conmigo no, ¿Eh? (pícaro). Gracias por compartir un rato ayer por la tarde, antes de ir a las clases. Si me hubieras visto, le di todo súper rápido (pero bien), y a antes de las 21 ya había terminado. Cuando llegué a la fuente, ya estaba Javier y ya había llenado una docena de garrafas, jejeje. Yo sólo lleno dos. Pudimos ir tranquilamente a cenar bien, y no sabes cómo nos reímos de todos... ¡Hmmm! Me acordé de ti cuando me dijiste que te la beberías, porque yo también lo hice. Tengas sed o no, te nace. No sé por qué me dijiste que bebes poco, y no es la primera vez que te lo oigo decir. ¡Bebé y dejate de tonterías! El agua es vida.
Y tú eres mi vida, y te necesito como el agua, como el Sol, como el chocolate... Tienes un BRDS y un IOR tan altos, que cuando te incendias me encandilas, y me haces temblar de pasión. Te recuerdo que yo tengo un IOR=100%, es decir, refracto tanto la luz que se tuerce al máximo. Si no te lo crees, fíjate en cómo terminas siempre que estás a mi lado... Pobrecita, sin cuello, destrozada, la cabecita para aquí, el brazo para allá...
Niña de mi corazón, muchos ánimos también para hoy, porque sé que ayer avanzaste mucho, y ahora aún te costará menos continuar avanzando aprovechando que ya vienes con inercia (palabra de física que te puedo contar cuando estemos incendiados).
Te quiero mi Laura. Eres mi Sol cada día, y poder darte los buenos días lo necesito tanto como el respirar. Eres mi princesita.
Tu Leo.
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La traición debe ser uno de los dolores más grandes que una persona pueda experimentar, y más aún cuando esa traición se recibe de un ser amado. Descubrir que esa persona en quien se ha confiado plenamente, nada tiene que ver con aquél por quien se hacía pasar, hace que todo aquello que parecía firme e inamovible se desplome ante nuestros ojos, que la tierra se abra bajo nuestros pies, y cayendo irremediablemente al vacío infinito, la angustia oprima el pecho sin dejar el aire pasar.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Carta 164 - ¡Buenos días!
Etiquetas: carta de amor en re menor, carta,
Carta de Amor en Re Menor
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