Carta 124 -

Buenos días Laurita,

Mi hada de las velitas, ¿Cómo estás mi niña? ¿Con cuántos pequeños dormiste hoy? Niña de mi corazón, no puedo dejar de pensar en ti y en cómo nos hemos amado, en cómo no hemos podido despegar ni siquiera nuestra mirada el uno del otro, en tantas cosas... Mi ojos verdes hermosos, mi princesa de las florecitas, mi Laura... Te quiero.

Pequeña, espero que te fuera bien ayer con los vecinos. Hacías bien en querer zanjar el tema, porque si realmente crees que las cosas deben hacerse de una forma, debes ir a por ello, y más en este caso, que además te quitas un peso de encima que no tienes por qué soportar. Ya me contarás.

¿Probaste ayer las velitas? Estoy seguro que van a ayudar como dijo el doctor. Creo que ayer nos picaron mientras estábamos con el agua, pero no sabes con qué gusto bebimos un poco mientras se llenaban los dos garrafones que llevo. Ella estuvo muy contenta de hablar contigo, y al final sí que vio unas gafas redonditas, grandes y bonitas, negras, que nos quedamos, y que tenemos que ir a recojer a finales de semana. Quise hacerle una foto, pero me dijo que no tenía memoria en el móvil. Nos lo pasamos muy bien, jeje.

Niña mía, pequeña y diminuta... Preciosa de mis sueños. Mi caramelo inacabable, dulce y delicioso, mi angelito... Mi Laura... TE QUIERO.

Tu Leo.

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