miércoles, 31 de agosto de 2011

Carta 12 -

Hola mi guapísima tan y tan dulce, 

Mi amor, te escribo sólo un poquito. Es que tengo que escribirte. Eres tan dulce y tan tierna, que sólo con abrazarnos, besarnos, sentirnos y respirarnos nos lo podemos contar. No hay palabras. 

Se constató otra vez nuestro amor. Se reafirmaron nuestras ilusiones. Volvimos a sentir que estamos vivos. Que vivimos y debemos vivir la vida. Sabemos más que nadie lo que sentimos el uno por el otro. Volvimos a corroborar que tenemos que luchar por nosotros, por ti, por mí, por los dos. 

Yo también sentí fuerzas para todo cuando te vi. Y cuando no te veo, sé que te volveré a sentir, a mimar, a acariciar. Sé que te volveré a vivir, y sé que nos querremos siempre. Que mi corazón me lo vas a cuidar siempre. 

Desde casi el primer correo que nos enviamos hace tiempo, sabemos que nuestra ilusión es la misma. Y no creo que hagan falta muchos sitios donde estar para corroborarlo, ¿No? 

Fue el mejor regalo para mí, aunque no fuera mi cumple. Te quiero, mi Laura. Tengo tu mirada, tus ojos, tus labios, tu cuerpo, todo en mí. Tu dulzura, tu ternura cuando me acaricias, cuando me mimas el pelo, la cara, la cabeza, cuando me coges la camiseta... Qué bien que viniste, qué bien me siento. Tu gesto viniendo a verme volvió a ser admirable. Me encantas y me atraes toda tú. Nunca cambies. Te quiero guapísima, te quiero muchísimo. 

Súper buenas noches, Laurita. Cuando me miro mis manos, mi cuerpo, cuando voy a dormir, cuando se me cae algún pelo... Sé que han vivido, sé que he estado contigo. Te llevo toda, y cabes toda en mí, hmmmmmmmm... 
Hasta ya, 
tu Leo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario