Carta 15 -
Hola mi florecita de primavera,
Son las 21:00, y me alegro muchísimo que ahora estés yendo con tu amiga Ana. Seguro que hacéis una muy buena pareja también, demoledora por las noches entre las grandes avenidas de tu ciudad. Aunque ya sé que ahora estaréis en el pueblo... Hmmmm, cómo me encanta este nombre de bolita. ¡Eres tú! Recién llego a casa. Llego un poco más tarde, porque cuando ya le dejé los papeles en su buzón, me fui a nuestra plaza. Justo allí aparqué el coche, un poquito más atrás que nuestro día de la noche mágica. Decidí quedarme un ratito, y me senté en un banco cualquiera.... El cuarto (4º). Es decir, el que viene después de la mitad del 6. Qué bien se estaba, te empecé a sentir todo el rato, a recordar todo muy nítidamente. Nuestra noche mágica, nuestros besos, tus caricias, recuerdo hasta cómo estaba yo de sentado tan cómodamente, y tú, a mi izquierda, te girabas y me besabas como nisiquiera las mejores películas han sabido ni imaginar. Ha sido maravilloso volverte a tener en mis brazos, porque me muero por tenerte en mis brazos. Es hermoso vivir contigo y estar a tu lado.
Me haces tan feliz, que mi ilusión desborda, y la voy recogiendo, nervioso, para que no se malgaste y dártela a ti. Lo mismo que haces tú con tus "spikes" que saltan por todo. Mi chica, gracias por demostrarme toda la confianza que deseo que tengas conmigo llamándome. Tienes suerte que no me haya enfadado, porque si me enfado... Vamos, no mato ni a una mosca, jejejeje.
Además, como bien comentamos en su día, precioso día como todos, yo nunca podría enfadarme contigo. Sería totalmente ilógico, y no me cabe en la mente... ¡Pero qué digo! ¡No puedo confesarte estos secretitos! A ver si mi Laura tan guapa se va a aprovechar de este hecho... Te hiper quiero, Laura. Eres mi ilusión y siempre estaré a tu lado, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas, estés donde estés, quieras a quien quieras.
Yo sé que me quieres y me querrás, como yo a ti, y sé quién soy gracias a ti. Pero también soy quién soy gracias a ti, mi amor. Deseo todo tu bien, y siempre te cuidaré. Y hago todo lo posible por hacerlo ahora, cada día. Porque cada día lo paso a tu lado, y cada día te doy mis ánimos, y mis palabras de inmenso afecto y amor. No te atormentes, porque las cosas son como son, y a pesar de todo son las más bellas. Aunque sean tristes por un lado, como las películas de drama, y a la vez eso no quita que sean bellas. Mi vida se volvió bella a partir de nuestro afecto en los primeros escritos, y mi vida es preciosa porque te quiero. Si yo te quiero, es por algo. Algo muy grande. (O largo, como tú). Te quiero mi Laura. no puedo hacer más que quererte, amarte, desearte, y cuidar para que seas feliz como yo lo soy contigo. Estoy aquí, a tu lado. Eres lo primero. Vivo el día a día por ti, para lo bueno y para lo malo. Dime todo cuanto sientas. Cuéntame todo.
Te quiero a ti, Laura. Mi Laura.
Leo
La traición debe ser uno de los dolores más grandes que una persona pueda experimentar, y más aún cuando esa traición se recibe de un ser amado. Descubrir que esa persona en quien se ha confiado plenamente, nada tiene que ver con aquél por quien se hacía pasar, hace que todo aquello que parecía firme e inamovible se desplome ante nuestros ojos, que la tierra se abra bajo nuestros pies, y cayendo irremediablemente al vacío infinito, la angustia oprima el pecho sin dejar el aire pasar.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Etiquetas: carta de amor en re menor, carta,
Carta de Amor en Re Menor
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