Carta 45 -
Mi preciosa Laura,
Son las 21:00, y ya hace mucho rato que te dije que iría a descansar.
Pero es que entonces no habría tenido tiempo para revivirte más y más en mi cabecita. Te quiero muchísimo Laura.
Estuve en el sofá viendo una serie que me grabé el miércoles, porque sí me fui a dormir para el grandioso jueves, haciéndote caso. Volví hacia aquí arriba y encendí el ordenador. Y aquí me tienes, para mimarte siempre. Ya sea por correo, por móvil, o por lo que sea. Que sepas que siempre deseo y siempre te mimaré de verdad cuando te tenga delante. Siempre. Siempre que lo desees, te acariciaré con mis besos, con todo mi amor. Porque así lo siento. Así que no me digas "gracias", porque yo así lo deseo. No hago ningún esfuerzo. El esfuerzo que sí hacemos ambos (a veces), es contra la picardía de la naturaleza cuando nos entregamos el uno al otro, porque tú y yo nos atraemos y nos queremos sincera y verdaderamente.
No puedo dejar de mimarte. Seguramente estarás paseando y tomando algo con tus amigos o conocidos. Mi corazón feliz, se enternece con tu felicidad sabiendo que almenos estás bien, estás cuidada, estás sonriendo aunque no esté yo cerca. Como hago yo, con la sonrisa que le has regalado a mi afortunada vida. La fortuna que me has regalado, y mi regalas día a día.
Te he escrito algunos correos hoy, como ves. No pases mal para escribirme, no te lo tendría que decir a estas alturas, pero insisto. Te escribo porque puedo, y siento que debo hacerlo. Algo debo hacer para compartir mi amor, que es sólo tuyo. No para de brotar en mí, y necesito dártelo todo, como si fueran nuestros besos. Tú no te preocupes, porque esto lo haces con sólo sonreír allá donde estés.
Porque tu mirada y tu sonrisa son lo más valioso. Que vayan siempre juntas. Que nunca se acaben. Que no tengas nunca que decir que te llamas Laura, porque tus ojos tiernos hayan dejado de sonreír.
Mi amor siempre para ti.
Leo.
PD: NOTA: Durante el transcurso de la realización de este escrito, no se ha maltratado ni un solo pellizco de amor. Todo ha sido vertido para llenar el corazón de/la destinatario/a. Pero el autor destaca que el brotar continuo del mismo no se puede parar, y por ende, lo almacenará para posteriores oportunidades de acercarse a su corazón señorita, y amarla de la forma más tierna que se merezca la más bella de las princesas allí donde esté.
La traición debe ser uno de los dolores más grandes que una persona pueda experimentar, y más aún cuando esa traición se recibe de un ser amado. Descubrir que esa persona en quien se ha confiado plenamente, nada tiene que ver con aquél por quien se hacía pasar, hace que todo aquello que parecía firme e inamovible se desplome ante nuestros ojos, que la tierra se abra bajo nuestros pies, y cayendo irremediablemente al vacío infinito, la angustia oprima el pecho sin dejar el aire pasar.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Etiquetas: carta de amor en re menor, carta,
Carta de Amor en Re Menor
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario