La traición debe ser uno de los dolores más grandes que una persona pueda experimentar, y más aún cuando esa traición se recibe de un ser amado. Descubrir que esa persona en quien se ha confiado plenamente, nada tiene que ver con aquél por quien se hacía pasar, hace que todo aquello que parecía firme e inamovible se desplome ante nuestros ojos, que la tierra se abra bajo nuestros pies, y cayendo irremediablemente al vacío infinito, la angustia oprima el pecho sin dejar el aire pasar.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Carta 53 -
¡Buenas tardes mi Laura!
Son las 17:30 del domingo. Te vuelvo a escribir porque tengo muchas ganas. Bueno yo desearía poder besarte y quererte, pero es lo máxmimo que se me ocurre ahora. Además te quiero contar cositas, porque te quiero.
Bonitísima, Entre ayer y hoy que he hecho un poco de limpieza del PC y ordené un poco las cosas. De todas formas, aún falta, pero poco a poco voy poniendo las cosas en su sitio. De momento, tu segunda carpeta roja se cerró completa. También son regalos de pre-cumpleaños. Aunque me gustaría poder hacértelos en persona, pero te los hago aquí. Así que pronto, cuando nos veamos, tendrás tooooodos tus regalos de tus carpetas de golpe, jejeje.
Bueno, y ahora te preguntarás, almenos, 2 cosas: ¿Se cerró? ¿Con qué?
Pues sí. Empezaré por la segunda. Te grabé 2 CDs. Uno contiene toooooodo lo que tengo tuyo hasta ahora: Todos tus mensajes de correo hasta hoy, y todos los míos desde que empecé a guardarlos por ti, fotos que me mandaste desde septiembre, dibujos, todas las fotos de la ciudad que nos vimos por primera vez y muchas cosas más. El segundo CD es de cosas mías: Fotos de aquí, y alguna que otra sorpresa más.
Te dije que cerré la carpeta, porque te acabo de inaugurar la tercera, jeje. Sí, con esos pósters que te dije que recogí hace una semana por mi Ciudad, con alusiones explícitas al túnel y a tu curso... Y también, ahora mismo te he puesto otro CD más en esta tercera carpeta con lo que entregué en el Ayuntamiento con el trabajo.
Y no hace falta que me preguntes qué son las sorpresas, porque para eso están... ¡Para que te las acabe descubriendo ante tu insistencia! Jajajajaja. Bueno, esta vez hablo en serio. ¿Qué? ¿Te ríes? ¿No me tomas en serio? ¿No me tienes respeto? Te estoy hablando seriamente... ¿Me estás diciendo que no me respetas? Yo no me río...
... Creo que ya debería ir pensando en regalarte otra carpeta, la cuarta, porque quiero compartir tantas cosas contigo, que volveré a llenarla seguro.
Te redeseo unos días serenos, tranquilos y a la vez sorprendentes. Te lo mereces. Te mereces lo mejor. Siente desde aquí mis ánimos y mis deseos para ti, porque es lo único que puedo hacer, muy a mi pesar.
Mi amor, toda mi ternura es tuya.
Etiquetas: carta de amor en re menor, carta,
Carta de Amor en Re Menor
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