miércoles, 31 de agosto de 2011

Carta 10 - Hola mi súper pequeñita

Te quiero, 
¿Sabés? Eres mi súper pequeña, y te híper quiero. 
Me encantaría contarte mil, qué digo, millones de cosas. 

Te adro (jeje), mi Lauri. Mi preciosa. ¡Preciosa! Eso te diría mirándote y sonriéndote de felicidad jussssto delante de tus cos ojitos. Desde luego, tu mirada vale todo el oro del mundo (y el cobre empleado en los kilómetros de cable enterrado en Manhatan, y el aluminio de todas las puertitas correderas de tu casa). 

Mi Laura, sólo quería darte un mimito, y decirte que, finalmente y si Dios quiere, este sábado ¡Al fin! Vamos a quedar los amigos para ver la dichosa película. Después nos propuso Carlos de ir a la ciudad porque este fin de semana es Fiesta importante aquí. Nunca he ido, nunca me han interesado estas fiestas, y nunca me acerco a ningún pueblo para ello. Pero lo dijo Carlos y algún día tendré que ir a la capital. Pero como espero encontrarte allí, como siempre, pues dije que por qué no. 

Buenas noches, mi Laura. Espero que me escribas almenos este fin de semana para decirme cuántos kilómetros (no de cable) has recorrido con tu chandal y tus zapatishas preciosas, que aún recuerdo cómo se acercaban a mí ese día que vine a verte, y no te lo esperabas (y nos fuimos a lugares secretitos), y también qué herramienta del dichoso programa descubriste sin querer estos días, para hacer de tus ideas, valores y sentimientos algo tan bonito que sólo unos pocos somos capaces de poder admirar, sin tener que recurrir a ver la materialización de los mismos en tus trabajos.

Te quiero
Leo

No hay comentarios:

Publicar un comentario