Carta 35 -

Mi delicia, 

Es un poco tarde, acabo de llegar de echar unas risas con mis amigos. Si escribo mal por no hacer ruído, sin "aes", por favor discúlpame. Sé que tú lo vas a hacer, pero también sé que a mi pesar, la profesora no (jeje).. Tampoco te escribiré demasiado, ya que cuando leas esto, o sea ahora (qué tontería, claro que es ahora, ¿Verdad?), Te tengo en mi mente. 

No me cansaré de repetirte que es maravilloso poder mimar y sentir en mi naricita el contorno de tu cara, la suavidad de tu pelo, a la vez que observo tu sonrisa y tus ojos de paz y bienestar, cuando estamos uno al lado del otro, sin preocupaciones. Bueno, siempre las hay, pero creo que hemos sabido aprender más o menos a saber disfrutar del hecho de haber estado juntos. Despertarme a tu lado. Besarte. Laura siéntate y párate a pensar sólo 5 minutos. Es realmente fantástico y extraordinario lo que hemos vivido, lo que vivimos. Lo mejor que le puede pasar a una persona es descubrir el amor. Y no sólo me ha ocurrido esto, sinó que me han brotado sensaciones y despertado sentimientos nuevos que no hubiera imaginado. 

Me has enseñado tantas cosas, me has permitido vivir tan intensamente, tan naturalmente, que parece que sienta como si me liberaras de mí mismo y sacaras lo mejor de mí. Y no sabes lo orgulloso que estoy de poder hacerlo contigo, y a tu lado. A tu lado estaré siempre. Sabes, esto no sólo no se olvida, sinó que además quedará siempre marcado en mis recuerdos como la Razón por la que seguir adelante con nuestra vida, y por la que uno lucha día a día. Es todo inexplicablemente dulce contigo. 

Mi delicia, mi ternura. Antes podía decir quererte, y ahora puedo decirte que te quiero con el corazón. Creo que siempre habrán cabos sueltos en nuestras vidas. Como en la de todos. Pero cuando nos vayamos a interrogar a nosotros mismos, ante nuestros miedos, tendremos sólo que remitirnos a esa Razón.