Carta 22 -
Mi preciosidad de princesita,
Te quiero, te quiero, te quiero. Me muero por estar contigo y besarte y acariciarte, y quererte. Tus mensajes sí rebosan dulzura y ternura, y se me hace pequeñito el corazón, y caigo rendido a tus pies con tan sólo verte. Eres mi guapísima, y siempre lo vas a ser. Te echo de menos, aunque sepa que nos veremos pronto. Siempre te echo de menos.
Te quiero muchísimo, y es tanta mi ilusión, la que siento gracias a ti y a nuestro amor, que me propongo tantas cosas, y hago tantas cosas. Me alegro muchísimo que empieces tus clases de AB Punisher, de FTP Boxing, de HTML Indexing, y de K2-Hyperkilling en el gimnasio... Me imagino a tooooodos con la baba acá puesta cuando te vean tan guapa al entrar, y... Bueno. Espero que no debas ir demasiado "ligerita", porque me enojaré, y no tendré más remedio que besarte por todo sin parar. Me algra mucho saber que tienes ganas de continuar en forma y continuar estando tan guapa como siempre.
Eres mi hermosura, y me gustas toda tú. De arriba a... Bueno, nunca puedo llegar de tan larga que eres... Además, soy acaparador, y sé que lo haces por mí, para gustarme y para seducirme, y para que no te riña más. ¡Pues me encanta! (¡Ah! ¿Te pensabas que te recitaría alguna lección moral? ¡Pues no! ¡Me encanta!).
Por mi parte, yo también haré así por ti. Beberé mucha cerveza, y veré muchos partidos de fútbol femenino, donde todas las chicas andan recostadas recién y por todo (jeje), revoloteando de rodillas a lo largo de metros y metros cuadrados de cristales mal rotos y ardiendo).
Mi Lauri, me gustas tú. Me gusta esa chica que se coló en toooodas mis fotos. Me gusta esa chica que me cautivó con sus ilusiones por escrito. Me gusta esa chica que empezó a darme la lección moral más importante de mi vida en una ciudad cercana y que continúa demostrándome que cada día embellece más tanto su interior, como su preciosa melena al aire acabada de lavar, toda suelta. Me gustas tú. Vayas o no a correr, vayas o no al gimnasio, te pongas cremas o no. Me gustan tus labios, y me gusta tu sabor. Tú, mi amor. Mi Laura. Mi Laurita.
Te súper quiero y te querré como nunca.
Leo
La traición debe ser uno de los dolores más grandes que una persona pueda experimentar, y más aún cuando esa traición se recibe de un ser amado. Descubrir que esa persona en quien se ha confiado plenamente, nada tiene que ver con aquél por quien se hacía pasar, hace que todo aquello que parecía firme e inamovible se desplome ante nuestros ojos, que la tierra se abra bajo nuestros pies, y cayendo irremediablemente al vacío infinito, la angustia oprima el pecho sin dejar el aire pasar.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Etiquetas: carta de amor en re menor, carta,
Carta de Amor en Re Menor
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario